La
lámina propuesta para comentario presenta una obra arquitectónica de carácter
religioso. Se trata del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, en Barcelona,
de Antoni Gaudí, máximo exponente de la arquitectura modernista catalana, y en
general uno de los grandes arquitectos del Modernismo donominado “ondulante”.
El Modernismo constituye el singular epílogo de la arquitectura decimonónica e inicio de la de principios del siglo XX. Los arquitectos modernistas, no rehusaron en ocasiones la inspiración historicista, pero concibieron una nueva arquitectura en que la funcionalidad y la forma compartían importancia. La decoración y la estética constituía para estos arquitectos parte esencial del proyecto. Dentro del denominado Modernismo Ondulante, destaca la inpiración el las formas de la naturaleza y la línea curva, de la que fue un verdadero maestro Antoni Gaudí.
De entre su vasta producción artística, destaca la obra que nos ocupa, que dejó inacabada y que aún hoy se encuentra en construcción. Gaudí asume el proyecto iniciado en estilo Neogótico y varia los planteamientos iniciales del mismo.
La Sagrada Familia es un templo de cinco naves con crucero de tres, formando una cruz latina de amplias dimensiones: crucero, 60 m; anchura de la nave central, 15 m; naves laterales, 7,5 m cada una (la nave principal en total, 45 m); anchura del crucero, 30 m. El ábside es lobulado, presentando 7 capillas.
El
plan del templo presenta tres accesos, cargados de simbolismo católico: la Fachada de la Natividad, la Fachada de la Pasión (accesos a nave de
crucero)y la Fachada de la Gloria (acceso a nave principal, aún sin terminar).
Uno
de los elementos más sorprendentes y singulares del proyecto de Gaudí son las
18 torres que culminarán la construcción cuando esté terminada: 4 torres por
cada acceso y otras 6 en la zona del crucero. Gaudí proyectó estas torres con
forma cónica y una torsión parabólica que dota de un marcado sentido
ascensional la fachada de la iglesia.
En el interior, columnas inclinadas soportan el peso de las bóvedas (modulares y ligeras) dando al espectador una sensación de bosque, de gran belleza arquitectónica.
La Fachada de la Natividad fue la única construida por Gaudí y se divide en tres pórticos cuya iconografía hace referencia a las Virtudes Teologales: Fe , Esperanza y Caridad.
Por último señalar la belleza de unos ventanales en cuyo diseño, Gaudí fue evolucionando desde los neogóticos a las formas ondulantes y elipsoidales que caracterizarían gran parte de su arquitectura.
Por todos estos elementos, el conjunto se convierte en uno de los más elocuentes del genio constructivo y la imaginación gaudianos.