En este blog encontraréis el material de Hª del Arte de 2º de Bachillerato. Algunos de los materiales son de elaboración propia mientras otros porceden de diversas fuentes y blogs de otros profesores. En epecial agradezco la aportación de Laura Ávila y Jesús A. Manzaneque

martes, 22 de enero de 2013

ESCULTURA GÓTICA. CLAUS SLAUTER

La lámina propuesta para comentario presenta una obra escultórica, exenta y de carácter figurativo realizada en piedra. Se trata de un tema escultórico, el sepulcro, que se generaliza durante el Gótico en el marco del nuevo contexto social y artístico que trajo consigo el desarrollo comercial y urbano de la Europa bajomedieval.

La obra que nos ocupa es el Sepulcro de Felipe "El Atrevido", príncipe francés, para el que trabajo el autor de su sepulcro, Claus Slauter, quizá el principal escultor del Gótico final francés, que trabajó entre finales del siglo XIV y los inicios del siglo XV.

En la obra propuesta para comentario, el autor crea un tipo característico de sepulcro exento que será muy imitado por otros escultores (Ej.: Sepulcro de Juan sin Miedo, de C de Werve) y que consiste en una superficie horizontal sobre la que se sitúa al personaje yacente y con las manos sobre el pecho en actitud orante. Esta superficie aparece sostenida por una estructura "arquitectónica" decorada con tracería gótica bajo la que se representan, acompañando al difunto, numerosas figuras sin rostro, vestidas con largas túnicas, en las que se aprecia el gusto de Slauter  por la ampulosidad de formas,  característica definitoria de su estilo, también apreciable en otra  de sus grandes obras, el Pozo de Moisés de la Cartuja de Champmol.

El artista utiliza la policromía en la figura yacente del difunto y en los ángeles que presiden el féretro, jugando con la dualidad blanco-negro en el resto de la composición.

La obra muestra con claridad la aportación de Slauter a una nueva figuración escultórica que tendrá su gran desarrollo durante el Renacimiento, momento en que culmina la recuperación del gusto clásico en la representación de la Naturaleza.

domingo, 20 de enero de 2013

COMENTARIO PORTADA DEL RELOJ DE LA CATEDRAL DE TOLEDO

La lámina propuesta para comentario presenta un tema escultórico, de carácter figurativo, que alterna el medio y bajo relieve en piedra, ya que se trata de la decoración de una fachada catedralicia; en concreto estamos ante la Fachada del Reloj de la Catedral de Toledo y por lo tanto ante una de las escasas intervenciones escultóricas en la catedral Toledana durante el siglo XIII, que fue más prolífico en general en las catedrales de Burgos y León.

La obra se encuadra en la escultura gótica española del siglo XIII, caracterizada por la influencia de los modelos franceses. En el siglo XIV, la escultura española acusará la influencia flamenca (Castilla) e italiana (Aragón).

En el caso de la portada del Reloj, de gran concentración escultórica, obeservamos el tímpano apuntado, dividido en cuatro franjas horizontales en las que se narran escenas de la vida de Cristo, como la Anunciación, la Natividad, la Adoración de los Reyes Magos, la Degollación de los Inocentes, la Huida a Egipto, la Presentación de Jesús en el Templo, el Bautismo y las Bodas de Caná... En la parte superior del tímpano se representa el Tránsito de la Virgen.
Siguiendo el esquema clásico de las portadas góticas, completan el programa iconográfico las arquivoltas, en las que  podemos ver ángeles con inciensarios, cirios y copas, así como las figuras de tres arzobispos.

En las jambas de la portada, los tres Reyes entregando monedas de oro a la Virgen a un lado y, al otro, San José, santa Isabel y la Virgen, representando una nueva escena de la Visitación. Todas estas escenas, ponen de manifiesto la especial predilección durante el gótico de los temas del Nuevo Testamento y de los temas Marianos.

La portada culmina con la  posterior obra de Durango, en estilo neoclásico del siglo XVIII, igual que en la fachada principal, así como con el reloj que le da nombre al conjunto.

Esta portada es una de las intervenciones más importantes en la catedral de Toledo, obra de especial significación dentro de nuestro gótico. En general el papel que desempeñaron las catedrales góticas está íntimamente relacionado con las nuevas estructuras urbanas que conformaron la Europa bajomedieval, en la que una sociedad cambiante dió lugar a nuevos conceptos artísticos, más naturalistas en relación al anterior arte románico.

miércoles, 3 de octubre de 2012

COMENTARIO ACRÓPOLIS DE ATENAS

La lamina propuesta para comentario presenta un tema de caracter arquitectónico, ya que se trata de un plano, una porción de terreno sobre la que se asientan varios edificios, de los que observamos la planta.
El mayor de ellos, presenta una planta rectangular, dividida interiormente en dos espacios y rodeada en su exterior por columnas en todos su lados. Otros de los elementos de dicha planta, como las cuatro columnas del espacio interior de menor tamaño, nos hacen pensar que estamos ante la planta del Partenón y por lo tanto, ante el plano de la Acrópolis de Atenas. Hablamos por tanto de arquitectura griega en su periodo clásico.

La arquitectura griega se desarrolló tanto en el ámbito religioso como en el ámbito civil. Inauguró nuevos conceptos arquitectónicos  al romper con el sentido monumental de egipcios y mesopotámicos, aplicando en sus construcciones la máxima "el hombre es la medida de todas las cosas". Sus características más destacadas son su sistema arquitrabado y la utilización de la piedra trabajada en grandes sillares, así como la sistematización de los denominados órdenes arquitectónicos (dórico, jónico y corintio).

Urbanísticamente, las ciudades griegas presentaron plano irregurlar hasta la reconstrucción de Mileto, si bien, desde el principio tuvieron dos espacios singulares: el ágora, espacio público que se convertirá en el antecedente de las plazas mediterráneas y que tenía enorme importancia en la vertebración de la vida social de la polis, y la acrópolis. La acrópolis era una zona de la ciudad situada en alto, en la que se ubicaban los edificios sagrados de la ciudad.

De todas las acrópolis griegas, la más relevante es ésta de Atenas que comentamos. Sus momentos de mayor esplendor tuvieron lugar en el siglo V aC bajo el gobierno de Pericles.
Se accedía a ella  a través de los Propileos, obra de Menesicles y dentro del recinto se ecuentran los restos de algunos de los más representativos templos griegos: el Erecteion, jónico, de planta irregular y con una magnífica tribuna de cariátides o el Templo de Atenea Niké.
De entre todos destaca el Partenón. Se trata de un templo de orden dórico, octásilo y períptero que como observamos en el plano tenía pronaos, naos y opistodomos, siguiendo el esquema clásico del templo griego. Característico es su opistodomos, en el que se situaron cuatro columnas de orden jónico, mezclando así órdenes en el mismo edificio. Construido en mármol del Pentélico, el Partenón constituye la síntesis de la arquitectura del periodo clásico; el equilibrio y proporción entre sus partes representa el ideal de belleza del mundo helénico y para llegar a él, sus constructores utilizaron correcciones ópticas, como el éntasis que perfeccionaron la vista del edificio hasta convertirlo en una de las grandes obras arquitectónicas de la Humanidad.
El interior del templo albergaba la imagen de Atenea, diosa procterora de la polis ateniense. Atribuida a Fídeas, esta gigante estatua realizada en criselefantila, con oro y marfil, era sacada en procesión en las celebraciones importantes de la ciudad. Este aspecto del rito griego nos permite explicar la sencillez del interior de los templos: el ritual religioso siempre se celebra fuera; el interior del templo no está concebido para acoger fieles.
Sin embargo la obra del geneial Fídeas en el Partenón, culminará en la decoración de frontones, metopas y especialmente en el magnífico Friso de la Procesión de las Panateneas, que decora el muro de la cella o naos. En ella, el "estilo Partenón" o "estilo bello", alcanzan su culmen, mientras Fídeas nos relata la sociedad de Atenas, dirigida hacia la acrópolis por magistrados.

Por todos los edificios mencionados, así como por la obra de Fídeas en el Partenón, la Acrópolis de Atenas se ha convertido en un espacio trascendental para el estudio del arte griego y en el mejor ejemplo de los conceptos estéticos con los que los grieron sentaron las bases del arte occidental.

martes, 29 de mayo de 2012

miércoles, 9 de mayo de 2012

MUNCH. EL Grito


La lámina propuesta para comentario presenta una obra pictórica de carácter figurativo, El Grito (1893), de Edward Munch (1863-1944).
Podemos definir la temática de la obra como un tema de carácter subjetivo y emocional, ya que el autor trata de reflejar los sentimientos de angustia y soledad que le provoca y provoca a muchos individuos de finales del XIX la alienante sociedad industrial.
Como podemos observar en la lámina, Munch concibe el cuadro a partir de una composición en diagonal marcada por la barandilla del puente, donde un individuo anónimo grita con desesperación, mientras las dos únicas figuras que aparecen en el cuadro se alejan de él, potenciando el sentimiento de soledad. Al tiempo, esa misma diagonal divide el cuadro en dos, a la izquierda el protagonista de la obra y su desesperación; a la derecha, el mundo, la incomprensión y el vacío que le atormentan, todo expresado a través de pinceladas de potente color, alargadas y nerviosas.
Técnicamente, se trata de una obra absolutamente deudora del descubrimiento impresionista del color. Munch, toma del movimiento impresionista esa utilización, potente y atrevida del color. Realmente, el Impresionismo, movimiento pictórico de finales del siglo XIX, supuso una nueva manera de pintar caracterizada por la libertad absoluta en la utilización del color que se convertirá en la base expresiva del cuadro.
Sin embargo Munch se aleja de los Impresionistas por su concepto de la pintura, más ligado al Realismo, ya que frente al “Arte por el Arte” impresionista, Munch, como los realistas utilizan el arte como denuncia.
En realidad Munch, así como otros pintores postimpresionistas supondrá la base de la Vanguardia pictórica de principios del siglo XX. Especialmente Munch y Ensor iniciarán el movimiento Expresionista, que utiliza el color de manera atrevida y casi violenta para “disparar” emocionalmente al espectador con la fuerza del sentimiento reflejado en sus obras.
En el caso del cuadro que nos ocupa, ese sentimiento, como decíamos al comienzo es un sentimiento de desesperación, angustia y soledad perfectamente entendible en el contexto histórico de Munch: el momento álgido de la Revolución industrial, cuando Europa y parte del mundo estaba descubriendo una nueva manera de vivir y de producir, alejada de las relaciones humanas intensas y cercanas de la sociedad rural preindustrial para adentrarse en el mundo urbano, la sociedad de masas y el beneficio económico.
Este sentimiento que fue común a otros artistas de la época, como Gaugin o Ensor, queda magníficamente reflejado en esta obra de Munch, deudora del Impresionismo en cuanto a la técnica y anunciadora del Expresionismo en cuanto al concepto pictórico que la alumbra.

miércoles, 25 de abril de 2012

GAUDÍ: Templo Expiatorio de la Sagrada Familia


La lámina propuesta para comentario presenta una obra arquitectónica de carácter religioso. Se trata del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, en Barcelona, de Antoni Gaudí, máximo exponente de la arquitectura modernista catalana, y en general uno de los grandes arquitectos del Modernismo donominado “ondulante”.


El Modernismo constituye el singular epílogo de la arquitectura decimonónica e inicio de la de principios del siglo XX. Los arquitectos modernistas, no rehusaron en ocasiones la inspiración historicista, pero concibieron una nueva arquitectura en que la funcionalidad y la forma compartían importancia. La decoración y la estética constituía para estos arquitectos parte esencial del proyecto. Dentro del denominado Modernismo Ondulante, destaca la inpiración el las formas de la naturaleza y la línea curva, de la que fue un verdadero maestro Antoni Gaudí.


De entre su vasta producción artística, destaca la obra que nos ocupa, que dejó inacabada y que aún hoy se encuentra en construcción. Gaudí asume el proyecto iniciado en estilo Neogótico y varia los planteamientos iniciales del mismo.


La Sagrada Familia es un templo de cinco naves con crucero de tres, formando una cruz latina de amplias dimensiones: crucero, 60 m; anchura de la nave central, 15 m; naves laterales, 7,5 m cada una (la nave principal en total, 45 m); anchura del crucero, 30 m. El ábside es lobulado, presentando 7 capillas.
El plan del templo presenta tres accesos, cargados de simbolismo católico: la Fachada de la Natividad, la Fachada de la Pasión (accesos a nave de crucero)y  la Fachada de la Gloria (acceso a nave principal, aún sin terminar).
Uno de los elementos más sorprendentes y singulares del proyecto de Gaudí son las 18 torres que culminarán la construcción cuando esté terminada: 4 torres por cada acceso y otras 6 en la zona del crucero. Gaudí proyectó estas torres con forma cónica y una torsión parabólica que dota de un marcado sentido ascensional la fachada de la iglesia.


En el interior, columnas inclinadas soportan el peso de las bóvedas (modulares y ligeras) dando al espectador una sensación de bosque, de gran belleza arquitectónica.


La Fachada de la Natividad fue la única construida por Gaudí y se divide en tres pórticos cuya iconografía hace referencia a las Virtudes Teologales: Fe , Esperanza y Caridad.


Por último señalar la belleza de unos ventanales en cuyo diseño, Gaudí fue evolucionando desde los neogóticos a las formas ondulantes y elipsoidales que caracterizarían gran parte de su arquitectura.


Por todos estos elementos, el conjunto se convierte en uno de los más elocuentes del genio constructivo y la imaginación gaudianos.